29/9/12

OXITOCINA : NEUROHORMONA DEL AMOR INCONDICIONAL Y LA FELICIDAD


La felicidad es saber quién soy, conocer nuestro ser esencial. Y el combustible que nos ha proporcionado la existencia para saberlo, incluso a un nivel preverbal, es el amor incondicional. En palabras de Deepak Chopra “nuestra identidad auténtica se aloja en una conciencia fundamental más allá de la mente, el intelecto y el ego (…) lo que somos trasciende el espacio, el tiempo y las relaciones de causa y efecto. Nuestra conciencia fundamental es inmortal. Si llegamos a conocernos en este nivel no volveremos a sufrir” (1).

Esto implica la revelación de la unidad esencial con el universo, donde todos somos uno, la liberación de la prisión del dualismo, lo que conlleva a la superación del condicionamiento social, del control esclavizante generado desde hace seis mil años por un sistema y una cultura patriarcales, esto es, por la dominación del fuerte sobre el débil, dualismo que se fundamenta en el poder opresor, en la codicia y el tener, en la explotación y el saqueo, en el miedo y la crueldad, en el sufrimiento, en las jerarquías, en la sobrevivencia del más fuerte, en el Estado y sus leyes como armas de los dueños del poder dominador, en falsas creencias como la democracia, las ideologías políticas y los dogmas religiosos, con lo cual se ha logrado una perversa y brutal separación entre los seres humanos, entre estos y la naturaleza y, sobre todo, entre el ser social o conciencia patriarcal y el ser esencial de cada uno. La conciencia patriarcal incluye el amor patriarcal que no es otra cosa que el amor condicionado o falso amor. Amor patriarcal en el cual se fundamentan las relaciones de pareja, de familia y de amistad hasta hoy, cuya consecuencia inevitable, por su falsedad y carácter vejatorio, es la infelicidad global.

4/6/12

LA FED : ARQUITECTA DEL ESCLAVISMO MUNDIAL

Diana Duque Gómez


Afirma el físico cuántico Amit  Goswami: “la filosofía perenne de antaño es lo que hoy podemos denominar metafísica experimental, porque los grandes maestros espirituales de todas las tradiciones afirman haber visto directamente que el ser humano se fundamenta en una conciencia ilimitada, trascendente y unitiva”.

Desde esta perspectiva el nuevo paradigma plantea la primacía de la conciencia, que la conciencia y no la materia es el fundamento del ser, esto es, la conciencia como matriz generadora que da origen a todo el universo físico. Nosotros somos esa conciencia y como ella es ilimitada nosotros somos una nube de potencialidades infinitas. Los derechos inalienables del ser humano a la libertad y a la felicidad emanan de esa conciencia.