15/8/14

TERCERA VÍA : NEOESTALINISMO GRADUAL



Diana Duque Gómez
    
               
 “Hay dos maneras de engañarse. La primera consiste en creer lo que no es verdad; la segunda consiste en negarse a creer lo que es verdad".
Soren Kierkegaard

El totalitarismo de izquierda o socialismo es una ideología de la dominación y del poder total sobre el individuo, un poder total que detenta el monopolio absoluto de los medios de producción, de la fuerza de trabajo, de todos los aparatos económicos, informativos, culturales, ideológicos; que excluye cualquier tipo de actividad social independiente, cualquier forma de libertad y de orden espontáneo, sobre la base de un terror psíquico y físico altamente tecnificado y perfeccionado. Para obtener sus fines totalitarios, el socialismo se enmascara con objetivos aparentemente altruistas como “acabar con la pobreza extrema”, “cerrar la brecha entre ricos y pobres”, “paz, equidad y educación”, etc.

Un ejemplo histórico de implantación y desarrollo de un sistema totalitario socialista lo da la Unión Soviética y su régimen estalinista cuando impuso la colectivización forzosa del campo (1929-1930) que dejó 22 millones de muertos según Antonov Ovseienko. A lo que hay que sumar el segundo estalinismo que desencadenó un terror demente que, también, según Antonov Ovseienko, masacró a 19 millones de seres humanos entre 1930 y 1940. En otra aterradora “depuración”, entre 1945 y 1953, el estalinismo asesinó 9 millones más de personas (1). Todo justificado en su ideología socialista o comunista. Esto sin contar el sinnúmero de crímenes cometidos en la Europa oriental estalinista después de la Segunda Guerra Mundial, etc.